sábado, 28 de marzo de 2009

lunes, 16 de marzo de 2009

No sólo de amor vive el arte.

Ésta semana se me presentó una pregunta acerca de los artistas y su dicotomía arte/comercio o más específicamente de por qué los artistas hacían obras comerciales, siendo que la mayoría se profesaba en contra del arte para las elites (en la época del muralismo mexicano)? Y cómo explicar éste “fenómeno” que se sigue manifestando hoy en día.
Para contestar ésta pregunta no hay que conformarse con la simple idea de que “todo artista necesita dinero para subsistir y para seguir produciendo,” sino ir al núcleo del asunto y preguntarnos si en verdad el arte y la producción comercial con dos entes insolubles.
Para analizar mejor este punto de vista habremos de comenzar un rápido recorrido a través de la historia de la cultura occidental, y sus aparentes contradicciones.
Homero y los griegos vs. Los judíos y la Biblia.
Nuestra cultura está basada en dos grandes obras literarias con dos grandes autores: Homero y Dios.
Homero fue el ciego griego que escribió la Ilíada y la odisea, obras que narran las guerras entre las metrópolis balcánicas, biografías de personajes importantes y un poco sobre su vasto panteón que no dejaba de interferir en éste mundo por bondad y/o aburrimiento.
Dios es el ser todopoderoso que, a través de varios escritores, reveló sus hazañas y su voluntad para la vida de los hombres en la tierra. Cabe mencionar que la biblia también de divide en dos partes, hace división de dos religiones y es el libro que mas ha influenciado nuestra cultura, sin mencionar que relega a Homero al paganismo, aunque tiempo después sean las culturas “paganas” las consideradas clásicas.
Entonces como base de nuestra cultura ya tenemos una fragmentación, lo clásico, pagano, que sigue el rumbo del placer, estado, humanismo, malo, superficial y lo bíblico que va por lo religioso, santo, elitista, bueno, etc.
Fue en la época de Constantino (s. III) que el cristianismo devoró la cultura al ser proclamada la religión oficial y comenzó a sufrir mutaciones hasta convertirse en catolicismo y gobernar el mundo y crear muchos días festivos que se siguen celebrando hoy en día.
Renacimiento y otras cosas.
Pero ese no es el punto de ese ensayo, solo lo menciono para recalcar que la cultura occidental nació bipolar.
Volviendo a la cronología que tan esmeradamente preparé, llegamos al renacimiento, época de idealismo, de conocimiento de dejar a un lado la religión y volver a lo clásico y al humanismo, y es entonces cuando éstos dos sectores se enfrentan en una batalla y termina con un religioso dando la puñalada final al paradigma existente: Martín Lutero separa a la iglesia protestante y, oh cielos, más mutaciones.
La modernidad
Me voy a saltar buena parte de la historia para llegar al punto en el que la religión no era el punto de apoyo del hombre, el estado tampoco, ni la filosofía y estábamos a punto de desencantarnos con la ciencia: La época de la confusión total.
El siglo XIX estuvo marcado por grandes avances que se vieron reflejados en el siguiente siglo en la tecnología, es el tiempo de Marx y las revoluciones sociales y la lucha de clases, artísticamente es el principio de los ismos y de repente nos encontramos no sólo con dos polos opuestos (religión vs humanismo) sino con un sinfín de opciones y alienaciones que confunden mas y mas a la gente.
Ya no se trata de ver lo bueno y lo malo, sino lo que pudiera ser o haber sido, la realidad y los sueños, emociones contra la razón, pesimismo y positivismo (no exactamente la corriente filosófica), de diferenciar qué corrientes se contraponen o complementan, porque ya se hace imposible saber, especialmente en filosofía donde un movimiento nace de juntar dos ideas opuestas de dos movimientos anteriores y dudar de que uno si quiera crea lo que postula.
Es en ese momento que el arte también se diversifica, y comienza a tener un rol social, el artista comienza por ver su entorno y compararlo con sus emociones y experiencias y entonces su trabajo comienza a mostrar lo que se vivía en la época y todo ese rollo que hemos dicho que el arte ayuda.
No siempre fue así, y no todos los artistas se ponen al servicio de las masas, hay que recordar que el arte tiene varios propósitos que veremos en el siguiente segmento.
Propósitos del arte.
Uso político del arte.
Es bien sabido que todo lo que tenemos de arte antiguo era pagado por reyes y monarcas que querían pasar a la historia y adornar sus salas. Incluso contar hazañas y peripecias en guerras, como los antiguos egipcios, babilonios y culturas similares, que influían miedo en sus visitantes y en sus propios conciudadanos haciendo ver al rey como un hombre fuerte y casi divino al que tenían que rendir homenaje, o en tiempo más moderno Hitler o el tío Sam con toda su propaganda convenciendo a la gente que lo que hacen es correcto porque apoyan a su país y ellos son los héroes de la película.
Uso religioso del arte.
Esto es principalmente de la edad media cuando la gente no sabía leer y los curas tenían que enseñar el temor a Dios y miedo al infierno a toda costa, y en esto hasta la arquitectura participó con sus catedrales y monasterios gigantes con una acústica que hacía que un ratón sonara como un elefante. Claro que la gente iba a sentirse diminuta y como nada y no le iba a quedar más remedio que creer en Dios, y claro que con el Ars morendi temerían al infierno, en especial si parecía una especie de comic de las torturas utilizadas, la gente bien podía creer que el infierno debía ser horrible, porque si los de la inquisición que eran los bueno hacían tales crueldades, qué no esperar de demonios?
Uso didáctico del arte.
Aquí nos saltamos un poco más hacia la fotografía y el realismo, que muestran la situación en fábricas, guerras, lugares donde acaba de suceder un desastre natural, etc. Una imagen vale más que mil palabras y y un artista debe saber cómo contar toda la historia con esa simple imagen para enseñar al mundo lo que sucede y mover a las personas a una acción determinada.
Pero no solo eso, sino que puede ser utilizado para enseñarnos información errónea o incluso para enseñarnos a diferenciar entre lo real y lo ficticio, como muchas campañas que están saliendo hoy en día.
Fin decorativo del arte.
Todos lo hemos visto en negocios y casas, un cuadro lindo con una flor o uno de los clásicos como la mona lisa y cualquier cuadro impresionista, obras bonitas, coloridas, representativas, etc. Se hace cada vez más funcional e incluso podemos ver cuadros con un solo color en ellos adornando una pared y creando un ambiente agradable en una estancia.
Rol social del arte.
Necesitamos del arte, no principalmente para distraernos de otras inquietudes y actividades sino porque el mismo proceso artístico es clave para interpretar el mundo y, además, para cambiarlo. Es clave no solamente para reflejar y transmitir un punto de vista, sino para forjarlo. Eso distingue la función social del arte y su gran importancia.
Divertir es un aspecto (secundario) de la función social del arte, pero no se compara con su papel ideológico general. De modo similar, muchas otras actividades sociales nos dan gusto o nos distraen, en el sentido amplio: comer una nieve, jugar deportes, apreciar la naturaleza. Estas actividades tienen un aspecto de diversión pero la gente no siempre las hace principalmente por eso. De hecho, cada quien las aprecia según su propio sentido de la estética, o sea, de lo que es “bello”, “maravilloso”, etc., lo cual depende mucho de sus experiencias y, por ende, varía mucho entre individuos o grupos con distintas experiencias sociales e intereses de clase.
Seguramente todos estamos de acuerdo en que la estética entra en la creación y apreciación del arte. Pero no por eso decimos que todas las actividades (aparte de la producción de lo necesario para vivir) son “arte”. Así que para identificar el carácter específico del arte como arte, tenemos que ir más allá de la “diversión” e incluso de la “estética”.
Conclusión
Un artista necesita definir su mensaje antes de poder “decir” su discurso, necesita trabajar consigo mismo antes de salir y pintar un mural diciéndole a la gente como arreglar el mundo y para eso necesita intimidad.
Un humano como todo humano social está dividido, porque vivimos en un mundo que constantemente se debate entre el bien y el mal, pero si aparte ese humano es artista tiene que pelear con sus demonios en una batalla privada, en su sala o estudio y ser todo lo egoísta que pueda ser para dejar el ego en el lienzo (en el caso de los muralistas mexicanos) y toda la superficialidad en la pintura, para luego salir a la pared que se le asignó y plasmar únicamente las ideas trascendentales que cree que pueden beneficiar a las masas.
Por eso los artistas no dejaron el lienzo, no podían ser tan sublimes como su manifiesto pretendía, porque son humanos, superficiales y egocéntricos… la mitad del tiempo.

lunes, 9 de marzo de 2009

Song 17: I dont get you

i got in into your world when you pulled me

but now you threw me out for no reason,
you invite me in,
but you keep the door closed

you ask me to stay with you,
but you locked yourself up and hid the key

I dont understand you anymore.

Que mi blog suene a algo


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